Se le conoció por ser una mujer fuera de lo convencional, fue fundadora de los “British Fascist” obligada a abandonar Gran Bretaña , decide venirse a Gran Canaria por unos meses, pero el destino le preparó una emboscada muriéndose aquí en la Isla en Marzo de 1935. Se dice que murió en el Hotel Santa Catalina y que tuvo problemas con el alcohol.

 

En su lápida se puede observar  parte de la trayectoria de su vida como fue su destacada actividad en la I Guerra Mundial, como conductora de una ambulancia en Serbia entre 1916 y 1917, así mismo fue comandante de una ambulancia de la Cruz Roja en Londres entre 1917 y 1918.